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La música de las despedidas

Si te amanece una mañana fría, con densa niebla a tu alrededor, con la humedad prendida hasta los huesos, con un palpitante deseo de que aparezca el sol y este no llega, si te amanece así tendrás que echar mano de los cuentos de hadas para saber que, antes de su final, hay siempre un tiempo de desolación, de búsqueda, de camino sin vuelta, de colores baldíos.  Aprende a despedirte de los sueños que no tienen retorno, que no se comunican con tus sueños, que no tienen la vida incrustada en las manos. Aprende a despedirte de aquello que no escribiste tú, de las letras de otros, de las viejas mentiras que escuchaste porque estabas cansada y no había tiempo de cambiar la canción. Aprende que las despedidas no siempre significan adiós, y que algunos adioses te traen hasta ti misma la esperanza. 

La esperanza es un dinosaurio azul

(Foto: Damián escribe sueños con sus animales) El niño, este niño, otro niño, todos los niños, extiende por el suelo sus pequeños tesoros. Estampas de seres extraños, de la legión oscura, de batallas inconfesables; animales mitológicos, inocentes, antiguos, reales; trocitos de papel de colores que semejan montañas, ríos, valles y salvajes desembocaduras; tribus domésticas y otras más estrafalarias. Y dinosaurios. Los dinosaurios tienen nombres que el niño aprenderá a pronunciar como si fuera en otro idioma y que nunca se irán de su memoria y que lo mantendrán embelesado, dueño de una visión que nadie más conoce, que nadie entiende.  El niño, este niño, otro niño, todos los niños, ha escrito en su cabeza una tremenda historia. Un relato en el que aparecen los buenos y los malos, en el que brilla alguna incertidumbre, en el que las palabras se conjugan para formar un tapiz de emociones inabarcables. Es el autor de algo que lo conducirá, desde el suelo de la habitación de j

Penelope Fitzgerald: una outsider de la literatura

Lo cuenta Hermione Lee, su biógrafa : "Cuando en 1979, a los sesenta y tres años de edad, Penelope Fitzgerald recibió inesperadamente el Premio Booker por Offshore (que en castellano se tradujo como A la deriva), les dijo a sus amigos: Ya sabía que era una outsider" Si has leído algún libro de esta escritora sabrás que estaba en lo cierto. El más famoso de todos ellos, La librería , tiene como protagonista a una viuda pobre, Florence Green , que pone todo su empeño en sacar adelante su librería en un pueblo de la costa inglesa y termina por desistir ante la presión de las fuerzas vivas del pueblo, ancladas en lo políticamente correcto. Florence Green es, en este sentido, una perdedora. Viuda (lo que significa que estaba sola, sin ningún hombre que la defendiera, según los cánones de la época, mediados del siglo XX), pobre (sin recursos, teniendo que pedir préstamos a los bancos para poder subsistir), sola (únicamente un anciano y una niña creerán en ella), mujer (

"Sheila Levine está muerta y vive en Nueva York" de Gail Parent

  Yo de vosotras, chicas, leía este libro. Porque es la nota de suicidio más divertida que os podáis imaginar. Y os hablo de tú, permitidme. Una nota de suicidio puede ser un rollazo sin más o puede ser algo que te haga desear que nunca termine, esto es, que la chica que la escribe no se suicide y que te siga contando muchas cosas.  Sheila Levine tiene treinta años y le va fatal en la vida. Necesita que le ocurra lo mismo que a sus amigas: tener novio. Tiene que ser judío, ella lo es y su madre se empeña en ello. Pero Sheila no es muy agraciada fisicamente, tiene cierto sobrepeso y tampoco es una lumbrera . Una chica normal tirando a regular, tirando a tienes que mejorar en casi todo, tirando a propósitos de año nuevo muchos y diferentes.  Dadas las circunstancias Sheila opta por el suicidio. Sí, al fin y al cabo no tiene nada interesante que hacer en la vida, sus perspectivas son escasas y se ha hartado de esperar que todo cambie. Pero suicidarse no es tan fácil, al me

"Stoner" de John Williams

Pongamos que hay que decidir qué libros son imprescindibles. Pongamos que nombro este libro de John Williams (1922-1994) que se publicó en 1965 y que fue la tercera novela de este escritor. Novelista, también poeta, periodista, editor, doctor en Literatura Inglesa por la Universidad de Missouri. Un hombre de letras, yo diría, un humanista, en el sentido más cercano de esta palabra, el que aprendimos al describir aquellas personas que tienen un hondo sentido de la humanidad como centro del universo.  Un amigo me descubrió Stoner. Llego a los libros de formas muy diferentes, pero algunos han surgido de la mano de alguien. En este caso, en el verano de 2014, todos los libros eran para mí bienvenidos, puesto que solo era yo y los libros, solo era yo y la soledad, solo yo y la desesperanza. Así que Stoner arribó en el momento oportuno a mi casa del Aljarafe, grande, soleada y solitaria.  Resulta raro pero es así: el primer párrafo del libro describe toda la obra . No hay mis

Rendición

Tal vez una certeza hubiera bastado. Una pequeña y clásica certeza. La llamada del sentido común, un buen consejo. Quizá la madre, sentada en un sofá de piel oscura, podría contar lo que sabe del caso y concluir que nada es sencillo y que el amor es una masa llena de aristas. Una amiga, muy experimentada, tendría que asegurar que, en su experiencia, todo lo que se dice son mentiras y que nada pervive y que los ojos tiemblan porque saben de sobra que se va a terminar antes de tiempo. Las horas de las dudas son las que germinan en palabras transidas de dolores perfectos. Alguien contó en un rato de asueto en el trabajo, que las dudas son cosa de filósofos, que la gente normal no puede permitírselas, que si dudas, entonces estás muerto, lo habrás perdido todo en cosa de un instante. Puede que una película, un argumento vano de esos que alguien escribe en un trasnoche, te dé razón y seña de las causas, de los motivos y abone la ilusión de que nadie es perfecto, pero que nada es tan d

Mujeres que escriben

El descubrimiento de las mujeres escritoras es, para mí, el fenómeno de estos tiempos. Y se lo debo a las pequeñas editoriales, a las editoriales menos comerciales, a las llamadas editoriales independientes. Cada vez he ido siendo más consciente de la cantidad de mujeres que no conocía y que escribían y que, en muchos casos, no habían publicado o no se había publicado su obra en castellano. Así que los descubrimientos se han ido amontonando.  Es verdad que ya había iniciado un camino con esas mujeres que, desde hace años, ocupan una parte central de la literatura, aunque tengo que decir que con un reconocimiento muy variado. Jane Austen, por ejemplo, reivindicada de una y mil formas aunque, a mi parecer, mal entendida muchas veces, frivolizada y comercializada sin criterio y sin gracia. Agatha Christie, genial y la persona que más me ha hecho feliz en la infancia con sus libros. Luego, sin dudarlo, dos escritoras, Edith Wharton e Irene Nemirovsky, d escubiertas en tiempos d

Donde nacen las olas

(Nadadora. Joaquín Sorolla. 1915)  A veces la vida se transforma en un mar. Y el mar no es siempre azul, a veces amarillo. El agua es lodo, albero, barro incluso, no es agua. A veces nado sin poderlo evitar en ese lodo azul con toques de verano. Es una sensación que no puedo evitar. Tú tampoco. Si observas, cada uno de nosotros lleva un nadador dentro. Levantas la cabeza. Luego mueves las manos. Balanceas los pies. La espalda rígida. El cuerpo convertido en sirena y la traición en fuerza que derramas. Así es el tiempo en la vida juega a ser mar sin serlo. A veces, únicamente a veces.  Solamente los ojos parecen atisbar algo a lo lejos. Algún remedio o balsa o casa abandonada. Solamente los ojos y es curioso. Porque el mar es inmenso y aunque escudriñes se impondrá su enorme vastedad y te dejará exánime. 

Una flor de papel preside el aire

Yo era oscura. Era una sombra oscura. Una silueta oscura. Un hilo oscuro de ferviente anhelo. Una llama. Una razón oscura. Yo era oscura y la ciudad brillaba de nostalgias. El suelo era un manto impermeable, la lluvia una promesa que no pudo cumplirse. Cayó la noche y yo seguía en la oscuridad más densa y no tenía otra cosa que ofrecer que este silencio digno. Los pasos que me siguen no conocen. Las horas no pasaban, advertían, avisaban de que el tiempo es más leve, que las horas son arcos menos firmes y que tenía que andar si no quería perderme, perderme en mí, en la niebla, en la confusión lenta de una niebla imprevista.  Pero una primavera anticipada desplegó sin aviso sus páginas alertas. Fui sueño entonces, pura melodía, una franja de azul en el montón de nieve. Paréntesis de luz imaginada. Y, desde entonces, sin saber el motivo, una flor de papel preside el aire.  (Título: un verso de José Angel Valente. Fotografía: cedida por Teresa Merino)  

"La ciudad blanca" de Karolina Ramqvist

Aunque puede parecer un thriller sosegado, en realidad este libro La ciudad blanca , de Karolina Ramqvist (Gotemburgo, 1976) es una novela psicológica. La fuerza de la narración, su empuje, incide en sus personajes, sobre todo en los dos personajes principales, una mujer Karin, y su hijita de meses,  Dream .  Podríamos preguntarnos cómo una niña de meses puede ser protagonista de un libro así, con tanta carga física, con tanta insinuación poderosa, con descripciones pormenorizadas de asuntos que para nada son infantiles, pero es cierto. Porque Karin , desde que John , su pareja y padre de la niña, ha desaparecido, no es solo ella misma. Es ella y ese bebé, al que amamanta, limpia, cuida, entiende y sobrelleva. Ella, con sus problemas con la subida de la leche, con la falta de dinero, con las secuelas de la mala vida que ha llevado con John (una mala-buena vida de película), es la que tiene que convertirse en la persona que intente sobrevivir junto con la niña.  Resulta extr

"La serpiente de Essex" de Sarah Perry

La literatura gótica vuelve. Y no solamente en las reminiscencias que podemos observar en la literatura juvenil, esas sagas llenas de seres extraños, paisajes tenebrosos, héroes formidables y muchachas en peligro. También vuelve en la literatura de adultos y este libro es una muestra de ello. El neogótico literario tiene en Sarah Perry una representante y la editorial Siruela ha apostado publicando este libro que tiene todos los ingredientes para ser una lectura apasionante y entretenida.  La protagonista de la historia es Cora Seaborne , que se ha quedado viuda de un hombre que nunca la hizo feliz y que, junto con su hijo Francis (un niño "extraño" al que hay que entender) abandona la ciudad de Londres para instalarse en un lugar del que espera paz: Essex. Esa vuelta a los paisajes rurales, a lugares en los que la ciencia se esconde y brilla la leyenda y la superstición, es un elemento sustancial de la novela. En la parroquia de Aldwinter se cuenta que una cr

Solsticio de invierno

Nada mejor que un verdadero acontecimiento astral para señalar el límite de una pasión no compartida. El solsticio de invierno marca la noche más larga y el comienzo de una estación llena de frío, nieve, lluvia y viento desapacible. A su fin, la primavera volverá a entrar en los jardines y eso será una nueva señal, un hito.  Las pasiones terminan por inanición. Ni uno solo de los sentimientos se mantiene sin agua, sin sol, sin luz, sin calor. Todos podemos llegar a albergarlos pero mantenerlos es cosa de héroes y la heroicidad acaba cuando se impone la foto fija de la realidad. Hay fotos oscuras y maltrechas, en las que la imagen está desenfocada, pero hay otras nítidas que te revelan lo que no has sabido ver o no has querido aceptar.  En las novelas románticas, de las que hablo en este blog con frecuencia, los amantes suelen salir casi indemnes de estas travesías solitarias, sobre todo porque al final todo parece encajar como en un bendito puzzle lleno de figuras de color. Pe

Sagas juveniles y novela fantástica. El nuevo romanticismo.

Ñ Tendríamos que estar atentos al resurgir de la novela romántica y de la novela gótica. El primero es más evidente pues hay escritores (sobre todo escritoras) que se declaran abiertamente romanticistas, siguiendo la gloriosa estela que dejaron los escritores anteriores, a partir del siglo XIX. Este neorromanticismo literario, no confundir con la novela rosa, tiene algunos elementos que merece la pena destacar como su versión joven, dirigida a los chicos adolescentes y menores de veinte años, que han encontrado aquí una forma de acercarse a la literatura que resulta muy eficaz. Por supuesto, en estas historias para jóvenes no faltan los ingredientes básicos de cualquier novela romántica: la idealización de la naturaleza, la muerte y el amor como elementos fundamentales, la fuerte presencia del yo subjetivo, las notas de color local, el lenguaje poético y, sobre todo, el romance como conductor de la acción. La novela gótica tiene, por su parte, un origen anterior, último

Mis libros de 2017

En ese recorrido mental que hago sobre las lecturas de este año me detengo en primer lugar en esta novela negra del alter ego de John Banville , Las sombras de Quirke y que me supuso encontrarme con un aspecto del forense más humano y tierno: está enamorado y ha pasado una enfermedad importante. Aparece la familia de Quirke, la mujer de quién está enamorado, su faceta humana, esa preocupación por su trabajo, porque alguien le quitará el puesto si se descuida y todo ello mientras se desarrolla la investigación del suceso en concreto que le da razón de ser a la historia. Creo que esta entrega de Quirke es la mejor que ha escrito Banville-Black.  En 2017 he leído un libro espléndido El libro de la almohada de la dama Sei Shônagon, que me dejó impactada por su delicadeza, su contenido tan especial y su forma de expresión. Es una especie de dietario en el que se recogen costumbres, acontecimientos y emociones por parte de la dama Sei, con gran delicadeza y expresividad. Otro

"Geopolítica de las series o el triunfo global del miedo" de Dominique Moïsi

El impacto que las series de televisión están teniendo en la conformación del pensamiento e incluso del modo de vida actual es evidente. En el mundo occidental, el que disfruta de canales de televisión por cable, fibra óptica y de pago, las series han sustituido cualquier otro tipo de entretenimiento. La adicción que supone ha generado cambios en las costumbres familiares y sociales. El gusto por una u otra da lugar a interpretaciones psicológicas acerca de la personalidad de los espectadores. Las series retratan la vida pero dan un paso más: proponen una clase de vida a la que podíamos aspirar si estamos convencidos de ello. Algunos de estos personajes, los que forman parte de las sagas más exitosas, tienen un papel en el imaginario general, son como de la familia, referentes, personas casi de carne y hueso que nos inspiran frases, ideas, formas de vestir e, incluso de ser. Revolucionan la vida cotidiana por el sencillo método de estar presentes en nuestras vidas. El último pas