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Mostrando las entradas etiquetadas como Paul Gallico

Leslie Manville es la señora Harris y va a París

  En esta historia hay tres personajes principales: Paul Gallico, Ada Harris y Leslie Manville. Veamos.  Paul Gallico es el autor de dos libros protagonizados por Ada Harris: Flores para la señora Harris y La señora Harris en Nueva York. La protagonista es la misma pero los libros son muy distintos. En Flores para la señora Harris tenemos que Ada sueña con poseer un vestido de Dior y lo intenta de todas las formas posibles. Hablando de Ada tenemos que mencionar ya a Leslie Manville, que aparece en la foto de arriba y que es la actriz que la interpreta en la película El viaje a París de la señora Harris.  ¿Todo claro? Hablemos primero del autor, de Paul Gallico, porque su biografía es muy interesante:  De ascendencia italiana y austriaca, Paul Gallico nació en Nueva York en 1897. Se licenció por la Universidad de Columbia y empezó a trabajar como periodista deportivo para The New York Daily News. A finales de la década de 1930, decidió abandonar el periodismo deportivo y empezó a escrib

Preciosas telas y guantes de boxeo: Paul Gallico y la señora Harris

  (Paul Gallico en su lugar de trabajo. Autor desconocido) Hay veces en que la vida de los escritores es más apasionante incluso que los libros que escriben. Y eso que Paul Gallico tienen en su haber una novela del género de catástrofes que dio lugar a una película famosísima, que hizo furor en su época y sigue conservando ciertos valores, muy al estilo del cine de los años setenta. Se trata de La aventura del Poseidón que seguramente habrás podido ver en alguno de sus pases televisivos. Esa faceta de novelista se combinó con la de periodista deportivo, guionista y escritor de literatura infantil. Hasta organizó un concurso en el que el premio eran unos guantes de boxeo. No fue esa la única película inspirada en un texto suyo. Su relato The Man Who Hated People (1950), se convirtió en un libro llamado Love of Seven Dolls ( 1954) y dio lugar a la película Lili (1953) y al musical Carnival (1961).  Gallico , nacido en Nueva York en 1897,  se había graduado en la universidad de Colum

Risas para adornar la vida

(Foto: C.L.B.) He aquí dos libros muy diferentes pero con un denominador común: te hacen reír. "El asesinato de mi tía" y "Flores para la señora Harris".   La risa está infravalorada. Creemos que son mejores o más importantes los dramas, los libros sesudos, las reflexiones intrínsecas y pseudosúpercientíficas. Pero la risa es un bálsamo y, además, muy caro de conseguir. No es nada fácil hacer reír y, sin embargo, es facilísimo hacer llorar. Cualquier argumento edulcorado, con amantes perseguidos, damas en apuros, niños abandonados o viejecitos en trance de ser atacados por un robapensiones, nos puede hacer llorar. Una puesta de sol, una canción de fondo, un paisaje nevado, hasta un árbol de navidad, nos arranca las lágrimas, porque las lágrimas viajan siempre con nosotros y solo hay que accionar, click, una pequeña tecla.  Pero la risa es otra cosa. Y reírse es un acto del ser humano que requiere bastante más que la aflicción. Requiere la puesta en escena de nosotro

"La señora Harris en Nueva York" de Paul Gallico

(Pintura hiperrealista de Robert Neffson, Nueva York, 1949) (Pintura hiperrealista de Richard Estes, Kewanee, Illinois, 1932) Este es un libro amable, un relato sencillo. Parte de una historia muy dura, un niño maltratado. Pero Paul Gallico pone el énfasis en lo bueno, en la gente que se ofrece generosamente para ayudar a los demás y así salva con elegancia lo sórdido. Es un punto de vista que rodea todo el libro. Lo mismo ocurría en "Flores para la señora Harris" la anterior novela de este autor que publicó también la editorial Alba en su colección Rara Avis. La idea de que todo es posible si uno pone el suficiente empeño y sobre todo, el suficiente corazón, sobrevuela ambos libros. A esto se añade la personalidad casi mágica de la señora Ada Harris , menuda, ingeniosa y atrevida, una mujer de la limpieza que vive en el East End y está dotada de una intuición única. El mayor cometido de esa cualidad es distinguir dónde está la buena gente y cómo poner

Un Dior para la señora de la limpieza

  Si eres una señora de la limpieza inglesa y dedicas tres años de tu vida a ahorrar libra a libra para comprarte un vestido en  Chez Dior. ..es que tu mente es extraordinaria y tu personalidad única. Eso es lo que hace la señora Harris, viuda y en la sesentena. Las señoras de la limpieza inglesas son diferentes a todas las que trabajan en el orbe, pero no esperaba tanta convicción, tanto deseo concentrado y tanta ilusión en un objetivo. Si fuera una ejecutiva de ventas, sería la ejecutiva del año.  Se trata de eso, sin duda, de querer algo con todas tus fuerzas. Así lo siente la señora Harris desde el día en que ve en el armario de una de sus clientas, la señora Dant, dos vestidos de la casa Dior que la dejan absolutamente enamorada. Puede una enamorarse de un hombre ( debe  una enamorarse de un hombre) y también de un objeto, por ejemplo, por qué no, de un vestido. Así que Harris (llamémosla así, apeando el tratamiento) se dedica a juntar una libra tras otra y prueba juegos

"Flores para la señora Harris" de Paul Gallico

Si eres una señora de la limpieza inglesa y dedicas tres años de tu vida a ahorrar libra a libra para comprarte un vestido en  Chez Dior. ..es que tu mente es extraordinaria y tu personalidad única. Eso es lo que hace la señora Harris, viuda y en la sesentena. Las señoras de la limpieza inglesas son diferentes a todas las del orbe, son una especie de raza aparte, pero no esperaba tanta convicción, tanto deseo concentrado y tanta ilusión en un objetivo. Si fuera una ejecutiva de ventas, sería la ejecutiva del año.  Se trata de eso, sin duda, de querer algo con todas tus fuerzas. Así lo siente la señora Harris desde el día en que ve en el armario de una de sus clientas, la señora Dant, dos vestidos de la casa Dior que la dejan absolutamente prendada. Puede una enamorarse de un hombre ( debe  una enamorarse de un hombre) y también de un objeto, por ejemplo, por qué no, de un vestido. Así que Harris (llamémosla así, apeando el tratamiento) se dedica a juntar una libra tras ot